jueves, 17 de enero de 2013

Una experiencia única

 
  Os voy hablar de mi experiencia acompañando a un rebaño de ovejas hasta Sierra Morena.

     La idea surgió hace muchísimo tiempo, cuando yo era pequeño. Siempre he visto las vacas pasar hacia abajo y mi sueño era hacerlo con ellas algún día.

     Un mes antes de que comenzara la trashumancia  pedí permiso a mis padres. Me dijeron que no, pero con el tiempo se fueron dando cuenta que es lo que a mí me gusta de verdad. 

     Llegó el día que estaba esperando hace tanto tiempo. Salí de mi casa a las siete de la mañana y llevaba conmigo un macuto con ropa y una mochila con magdalenas y leche para desayunar y comida para el almuerzo.

     El primer día salimos de nuestro pueblo a las nueve de la mañana y comimos en un sitio llamado Nubla. Dormimos al lado de un pueblo llamado El Molar. Desde allí arrancamos el segundo día a las 7 de la mañana y pasamos El Puente de la Cerrada y la carretera de Torreperogil. Dormimos en frente de Sabiote, donde tuvimos que resguardarnos bien porque corría mucho aire. El tercer día empezó a las 7 de la mañana también y pasamos una carretera de 7 kilómetros escoltados por la guardia civil hasta que cruzamos el Puente Erizas y cogimos una vereda que subía hasta la aldea de La Estrella. Dormimos en frente de las Navas de San Juan, en un sitio llamado La Loma del Pino. Al día siguiente, después de una larga jornada andando llegamos a nuestro destino.

     Les aconsejo a todas las personas que le gusten los animales que no dejen de vivir esta experiencia, única para poder estar cuerpo a cuerpo con la naturaleza. Yo espero repetirla tantos años como pueda.