Relato
Una vez iba andando por Arroyo frío y vi un toro berrendo. Estaba rozándose con un pino. Después empezó a beber agua en un arroyo cercano. El toro era grande y con los cuernos cerrados. Su pelaje era de tres colores: blanco, negro y marrón.
Pasados unos minutos, llegó un hombre que conocía al toro. Pensó que el toro estaba perdido y decidió llevarlo junto su dueño. Para ello, empezó a silbar y el toro lo siguió hasta la cuadra y lo encerraron.
Pasados unos minutos, llegó un hombre que conocía al toro. Pensó que el toro estaba perdido y decidió llevarlo junto su dueño. Para ello, empezó a silbar y el toro lo siguió hasta la cuadra y lo encerraron.
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