Relato
Una vez este macho bajó con mis cabras a mi casa. Se encerró con las otras cabras mías en mi nave. Estuvo unos días encerrado hasta que una mañana le di puerta a la sierra. Después de una semana sin verlas subí andando con mi perro Coco. Al rato se me antojó de escuchar el cencerro de mis cabras y me asomé para ver si iban todas. Me fijé bien e iba el macho otra vez, pero ahora pillando a una cabra. Los dejé a su aire e hice viento sordo.
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